La grama, de nombre científico Cynodon dactylon, es una planta que pertenece a la familia de las gramíneas, misma de la cual hace parte el trigo, la avena y el maíz. Puede alcanzar los 40 centímetros de altura y se caracteriza por tener tallos rizomatosos, hojas rígidas, planas y algo vellosas, además de espigas de florecillas en tonos morados.
A menudo, crece en suelos europeos, aunque también se extiende por África, Medio Oriente y partes de América del Sur. Es bastante apreciada en jardinería, ya que recubre con su verde los céspedes y es bastante resistente.
Sin embargo, más allá de esto, sus rizomas se emplean en la medicina natural debido a su composición y sus propiedades. Estos se destacan principalmente por su contenido de sales minerales, además de ácidos grasos y antioxidantes. A continuación, detallamos sus principales usos y algunas contraindicaciones.
Principales compuestos activos de la grama
Hay quienes no conocen la grama más allá de sus usos ornamentales. Lo cierto es que sus rizomas se cosechan para elaborar remedios caseros y suplementos, en combinación con otras plantas. ¿La razón? Concentran sustancias activas con propiedades farmacológicas.
Tal y como lo detalla una publicación en Journal of Food Science and Technology, sus principales compuestos son los siguientes:
- Ácido palmítico.
- Ácido linoleico.
- Ésteres metílicos (palmitato de etilo, linoleato de etilo y oleato de etilo).
- Ácido dihomo-γ-linoleico.
- 5-hidroximetilfurfural.
- Maltol.
- Retinol.
- Fitol.
Beneficios de la grama para la salud
En la medicina tradicional, la grama se ha utilizado como complemento para mejorar la salud renal y metabólica. No obstante, hasta la fecha no se han hecho suficientes investigaciones para soportar sus propiedades.
Algunos estudios disponibles se realizaron en laboratorio y en animales, por lo que existe la necesidad de investigar sus efectos en la salud humana. De todos modos, repasamos sus principales aplicaciones medicinales.
Salud renal
Dada su complejidad, las enfermedades renales deben abordarse de la mano del médico o el especialista. La grama no es un tratamiento alternativo ni de primera elección para afrontar estos problemas. Pese a esto, su aporte de antioxidantes y su efecto diurético sí resulta beneficioso de manera complementaria.
Un estudio en ratas compartido a través de Avicenna Journal of Phytomedicine determinó que una dosis mínima de 200 mg/kg de C. dactylon fue útil para reducir la formación de cálculos renales. Esto también se evidenció en un estudio previo, hecho también en ratas, que concluyó que un extracto de grama ayudó en la prevención de la nefrolitiasis, además de estimular la eliminación de la deposición de oxalato de calcio en los riñones.
Retención de líquidos
Un estudio hecho en ratas, divulgado a través de Research Journal of Pharmacy and Technology, habla del potencial diurético de la grama. La planta se ha utilizado durante cientos de años como estimulante de la eliminación de líquidos retenidos en el organismo.
En el experimento citado, los investigadores observaron que la administración oral de un extracto acuoso de raíz de Cynodon dactylon, en dosis de 100 mg, 250 mg, 500 mg y 750 mg/kg de peso corporal, tuvo efectos diuréticos.
De este modo, se cree que puede apoyar el tratamiento de los trastornos edematosos o enfermedades no edematosas que empeoran por el exceso de líquidos. En sí, los agentes diuréticos impulsan la homeostasis de agua y de electrolitos para controlar o evitar tales problemas de salud.
Hipertensión arterial y diabetes
Como remedio complementario, la grama se ha empleado para prevenir la diabetes y la hipertensión arterial. En primer lugar, se le atribuyen propiedades hipoglucemiantes que apoyan la disminución de los niveles altos de glucosa en la sangre. Por otro lado, su efecto diurético y sus antioxidantes ayudan al control de la presión arterial.
Con relación a esto, un estudio en ratas con diabetes tipo 2 determinó que los extractos de hojas de Cynodon dactylon (200 mg/kg/día) y Phyllanthus niruri (600 mg/kg/día), administrados vía oral, favorecen el control de la diabetes y la hipertensión coexistentes.
Con información de Mejor con Salud