Impactante hallazgo astronómico: Detectan un nuevo cometa interestelar que atraviesa nuestro sistema solar | 3I/ATLAS se convierte en el tercer objeto conocido que proviene desde más allá del sistema solar. Astrónomos de todo el mundo compiten por estudiarlo antes de que desaparezca para siempre.
Un fenómeno astronómico de gran relevancia científica ha captado la atención de la comunidad internacional: un nuevo cometa interestelar, nombrado oficialmente como 3I/ATLAS, ha sido detectado cruzando nuestro sistema solar a una velocidad extraordinaria de más de 214.000 km/h. Lo más sorprendente es que, según los expertos, este objeto no se originó en nuestro vecindario cósmico, sino que viene de otro sistema estelar.
Este hallazgo convierte a 3I/ATLAS en el tercer objeto interestelar jamás identificado tras los ya famosos ʻOumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019). La detección fue realizada por el telescopio ATLAS, ubicado en Chile y financiado por la NASA, como parte del sistema de alerta temprana para impactos de asteroides.
¿Por qué es tan especial 3I/ATLAS?
El cometa 3I/ATLAS fue observado por primera vez el martes pasado, y tras revisar datos astronómicos archivados, se pudo rastrear su presencia hasta el 14 de junio, procedente de la constelación de Sagitario, lo que refuerza la hipótesis de su origen interestelar.
Según Gianluca Masi, astrofísico italiano y director del Virtual Telescope Project, las características orbitales del cometa son inusuales: viaja en línea recta, no en una órbita cerrada como los cuerpos ligados gravitacionalmente al Sol. Este tipo de trayectoria solo es posible para objetos que no están atados a nuestra estrella, lo cual indica un origen exterior.
Por su parte, Teddy Kareta, astrónomo de la Universidad de Villanova, explicó que ningún objeto del sistema solar se desplaza a tal velocidad sin orbitar al Sol. Su comportamiento lineal y acelerado lo coloca fuera de cualquier categoría común.
Viajando desde otro sistema solar
El cometa está siendo estudiado intensamente por expertos como Paul Chodas, del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA, quien detalló que al extrapolar su órbita hacia atrás en el tiempo, se confirma que ha recorrido millones de años-luz desde un sistema solar lejano, atravesando el espacio interestelar hasta toparse con el nuestro.
Desde que fue avistado, telescopios en todo el planeta, incluidos el Lowell Discovery Telescope en Arizona, han centrado su atención en el objeto. En los próximos días, se espera que la mayoría de los grandes observatorios terrestres y espaciales lo analicen antes de que desaparezca de nuestra línea de visión.
¿Qué sabemos sobre este cometa?
Aunque aún se conoce poco, los astrónomos estiman que su diámetro podría alcanzar los 20 kilómetros. Además, está mostrando señales de actividad cometaria, como la liberación de gas y polvo —indicadores clave de que está compuesto de hielo y roca, como los cometas típicos.
Lo que más intriga a los científicos es que 3I/ATLAS se dirige desde una región cercana al centro de la galaxia, una dirección distinta a la de ʻOumuamua y Borisov, lo que sugiere que podría ofrecer nueva información sobre sistemas planetarios que nunca antes hemos estudiado.
“Son los bloques de construcción de planetas en otros sistemas estelares, expulsados al espacio interestelar y encontrados por azar”, explicó Kareta.
¿Representa algún peligro para la Tierra?
Los expertos han sido claros: no hay amenaza para nuestro planeta. El cometa pasará a una distancia mínima de 270 millones de kilómetros de la Tierra el próximo 19 de diciembre, y su aproximación más cercana al Sol será el 30 de octubre, cuando estará a 210 millones de kilómetros de nuestra estrella.
También pasará relativamente cerca de Marte el 2 de octubre, a una distancia de 30 millones de kilómetros, lo que abre posibilidades para observaciones detalladas desde orbitadores marcianos.
¿Podremos verlo desde Venezuela?
Actualmente, 3I/ATLAS se encuentra en la constelación de Sagitario, visible principalmente desde el hemisferio sur. Aunque la luna llena del 10 de julio dificultará su observación, se espera que en agosto y septiembre las condiciones mejoren, permitiendo que incluso telescopios pequeños puedan captar su trayectoria.
A partir de septiembre podría ocultarse temporalmente tras el Sol, pero reaparecería a principios de diciembre. Las proyecciones indican que el cometa podría ser observado hasta mediados de 2026 con instrumentos adecuados.
¿Por qué es tan importante estudiar estos objetos?
La llegada de un objeto interestelar es una oportunidad científica única. Permite a los astrónomos:
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Comparar materiales extraterrestres con los presentes en nuestro sistema solar.
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Comprender la formación de planetas en otras estrellas.
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Estudiar la estructura y evolución del espacio interestelar.
Como explicó Kareta, estos cuerpos celestes representan un “regalo científico” inesperado:
“Queremos medir todo lo que podamos sobre estos objetos para compararlos con nuestros propios cometas y asteroides locales”.