Los oftalmólogos advierten sobre las consecuencias de la queratopigmentación, un procedimiento estético que consiste en tatuar la córnea para cambiar el color del iris y la apariencia del ojo. Los expertos destacan que la córnea es la capa más externa y normalmente transparente del ojo, por lo que darle una tinción puede tener graves consecuencias, como dificultar la exploración del ojo y, en algunos casos, la necesidad de un trasplante de córnea. Además, existe la preocupación de posibles efectos a largo plazo, como un mayor riesgo de glaucoma.
Aunque algunos centros aseguran que el procedimiento es seguro y eficaz, la Sociedad Española de Oftalmología advierte que no existen estudios científicos que lo respalden. Otro procedimiento, que implica el uso de láser para decolorar el iris, también carece de estudios científicos sobre su seguridad y eficacia. En conclusión, los expertos advierten sobre los riesgos de estas intervenciones y la necesidad de más investigación antes de realizarlas.
Los médicos insisten en que no se dispone de estudios científicos que respalden la seguridad y eficacia de estos procedimientos. La Sociedad Española de Oftalmología llama a la precaución y a la consideración de que se está modificando un tejido vivo y que cualquier intervención en el ojo, incluso parcialmente reversible, tiene riesgos y complicaciones.
Riesgos de la tinción de la córnea
La tinción de la córnea, la capa más externa del ojo, puede tener consecuencias graves. Puede dificultar o impedir la exploración efectiva del ojo, lo que puede ser necesario para estudiar la mácula o la retina. Aunque quienes realizan el procedimiento aseguran que es reversible, en realidad solo será parcialmente reversible, ya que se está modificando un tejido vivo.
Además, este proceso puede producir complicaciones y riesgos, ya que implica un tatuaje en el ojo. La falta de información actual sobre las repercusiones futuras de este procedimiento puede causar ceguera y pérdida de transparencia de la córnea, lo que puede llevar a la necesidad de un trasplante de córnea. La queratopigmentación también puede tener un mayor riesgo de glaucoma a largo plazo.
La despigmentación del iris es otra opción para cambiar la coloración del ojo, pero también puede dar lugar a complicaciones como inflamación crónica y glaucoma secundario al procedimiento. La implantación de un iris artificial es la opción más agresiva y arriesgada, ya que puede causar inflamación crónica del ojo y glaucoma. La ciencia puede traer nuevas opciones en el futuro, pero actualmente se recomienda no someterse a intervenciones que puedan poner en riesgo la salud.