Sin hacer una reconversión formal del valor de la moneda, el gobierno de Nicolás Maduro se estaría proponiendo una ampliación del cono monetario vigente para imprimir billetes de 100.000 bolívares, en función de relanzar el bolívar como una unidad de valor.
Según una publicación de Bloomberg, el ejecutivo chavista comenzó a importar papel moneda y está considerando planes para imprimir billetes con denominaciones más grandes, ya que la hiperinflación provoca escasez de efectivo, según seis fuentes con conocimiento del tema.
El país ha traído alrededor de 71 toneladas de papel de seguridad este año de una imprenta italiana propiedad mayoritaria de la firma de capital privado, Bain Capital, según algunas fuentes y datos consultados por Bloomberg, procedentes de Import Genius que compila registros de aduanas que obtiene a través de empresas privadas.
El Banco Central está considerando imprimir nuevos billetes a partir de 100.000 bolívares, dijeron las personas. Sería la denominación más alta, pero aún valdrá solo 0.23 dólares.
El billete de 100.000 bolívares coincidiría con el billete más grande jamás impreso en Venezuela, uno hecho hace dos años durante los días del bolívar fuerte (la última versión de la moneda se llama bolívar soberano). El Banco Central está considerando introducir denominaciones aún mayores en el futuro.
A principios de este año, Venezuela recurrió a una impresora de dinero estatal en Rusia para comprar 300 millones de billetes nuevos después de acumular deudas con De La Rue, uno de los mayores fabricantes de billetes del mundo.
El reciente envío será el último de Fedrigoni, para cumplir con un contrato firmado en 2018, un año antes de que el banco central de Venezuela fuera sancionado por Estados Unidos en un esfuerzo por aislar al régimen de Nicolás Maduro del sistema financiero global, según dos de las personas. La imprenta con sede en Verona fue adquirida más tarde por Bain.
La hiperinflación asumida
Fuentes financieras locales indicaron que este plan no es nuevo, pero la idea no parece ser emitir un mayor número de billetes, ya que la apuesta por los medios de pago digitales se mantiene, de manera que el componente de efectivo como proporción de la liquidez monetaria no regresaría siquiera a niveles superiores a 5% del total.
Considerando los niveles de precios actuales, el gobierno tendría que considerar la emisión de un billete de 1 millón de bolívares, ya que un papel de 100.000 bolívares no aportaría una solución real, salvo para actividades como el transporte público, donde ya están apareciendo alternativas digitales de pago.
Las fuentes financieras consultadas sostienen que la capacidad del BCV para sostener una mayor emisión de billetes es limitada, porque no puede asumir mayores compromisos financieros.
Otros actores financieros dudan de que este plan se concrete en el corto plazo, ya que consideran que, ante la velocidad con la que suben los precios, ningún cono monetario será sostenible, a menos que anticipe un volumen considerable de hiperinflación.
Si este proyecto se concreta, el gobierno reconocerá que la hiperinflación resulta imbatible y que el país debe prepararse para niveles de precios muy superiores a los actuales.