En medio de un panorama económico desafiante y volátil, el equipo de Informares.com tuvo el privilegio de entrevistar a uno de los principales expertos en finanzas de Venezuela, Paulino R. Ortega. Con más de 20 años de experiencia en el campo financiero y como director de PROO Advisors, Paulino ofrece una visión única y perspicaz sobre la situación actual y el futuro de las finanzas en el país.
En esta entrevista exclusiva, Paulino nos guía a través de un análisis profundo de la situación económica venezolana, compartiendo sus conocimientos sobre estrategias de inversión, seguridad financiera a largo plazo y la importancia de la educación financiera en la sociedad. Desde recomendaciones prácticas hasta consejos sabios, Paulino ofrece una visión completa y valiosa para aquellos que buscan navegar por el complejo mundo de las finanzas en Venezuela.
Paulino R. Ortega es un destacado experto en el ámbito financiero, y que actualmente se desempeña como director de PROO Advisors, una empresa líder en asesorías y planificación financiera. PROO Advisors se especializa en una amplia gama de servicios, que van desde seguros de retiro hasta estrategias de inversión para la protección y seguridad patrimonial. Para obtener más información sobre los servicios ofrecidos por PROO Advisors, puede visitar su sitio web: prooadvisors.com.
Entrevista:
Sr. Ortega, dada su experiencia en el sector financiero, ¿cómo evaluaría la situación económica actual en Venezuela?
Paulino Ortega: Es evidente que Venezuela se encuentra en una precaria situación económica, pues nuestro PIB descendió un 80% desde el 2014 hasta el 2020, y desde entonces hemos experimentado una estabilidad en el abismo. Aunado a esto, desde el 2022 hemos experimentado un crecimiento interesante del 5% en promedio por año, pero cuando estás tan sumido en la crisis, este avance se percibe como insuficiente, aunque siempre se valora cualquier indicio de crecimiento.
El lado positivo es que hablar de crecimiento es una mejor opción que seguir cayendo. Además, Venezuela es un país con demasiados intereses geopolíticos debido a la inmensa cantidad de recursos clave que poseemos, lo que nos abre una ventana de esperanza para pensar que más temprano que tarde habrá acuerdos internacionales que nos permitan retomar un camino productivo y de crecimiento consistente. Esta situación parece estar llegando, con los Estados Unidos asegurándose de que otras potencias, como China y Rusia, no se adueñen de estos recursos, como se refleja en la nueva licencia 44.A, donde se especifica la prohibición a Rusia de establecer cualquier acuerdo petrolero.
¿Cuáles son las principales estrategias que PROO Advisors recomienda para el resguardo patrimonial en un contexto económico tan volátil como el venezolano?
PO: Bueno, todo depende mucho de la situación del cliente o la organización. La recomendación general en cualquier país del mundo es aplicar la Ley del Tercio. Esta nos enseña que lo ideal sería tener nuestro patrimonio balanceado en tercios diversificados: un tercio del valor debería estar en nuestra empresa o negocio activo; otro tercio en inversiones inmobiliarias inteligentes, a diferencia de lo que la mayoría de los venezolanos hemos hecho (incluyendo a mi familia); y el último tercio en activos líquidos. Esto se debe a que no podemos permitirnos tener dinero ocioso; ese dinero debe estar bien invertido en activos bursátiles que generen crecimiento pasivo y seguro. Además, es fundamental tener todo esto estructurado dentro de un marco de protección patrimonial que nos resguarde de los altos impuestos sucesorales que actualmente se están cobrando en Venezuela.
En términos de seguros de retiro, ¿cuáles son las opciones más adecuadas que sugiere para garantizar la estabilidad financiera en la jubilación?
PO: Este es un tema de gran importancia en todo el mundo en la actualidad, ya que el modelo europeo que se implementó en Latinoamérica tiene grandes deficiencias y se proyecta que colapsará en el futuro debido a diversas razones técnicas. En el caso de Venezuela, desafortunadamente, este modelo ha resultado en una gran catástrofe. El fondo de pensiones, generado a través del seguro social venezolano con aportes de empleadores y empleados, se convirtió en la caja chica de los gobiernos desde los años 90, empeorando en los últimos años. En la actualidad, no existe un fondo real que pueda ser invertido para generar rendimientos seguros. Simplemente, las pensiones por jubilación o incapacidad en Venezuela son una carga social para el Estado y dependen de su capacidad financiera, lo que representa un desastre, ya que en lugar de que los 5 millones de pensionados y jubilados contribuyan a la economía con el gasto mensual de su manutención, los ahorros allí resguardados absorben más del 20% del PIB del país.
Imagina qué diferente sería la economía del país si 5 millones de personas gastaran en promedio unos 300 dólares mensuales en los comercios nacionales sin afectar el gasto del Estado. Serían alrededor de 1.500 millones de dólares mensuales ingresando a la economía y unos 18.000 millones al año. Esto representa 10 veces más de lo que el país recibe por remesas familiares.
Ahora bien, ¿cómo hubiera sido posible esto? Si todos los venezolanos hubieran ahorrado dinero en cuentas de inversión que no pudieran ser intervenidas por el Estado. Actualmente no existen tales cuentas privadas en el país, pero contamos con grandes compañías extranjeras especializadas en pensiones que ofrecen estos productos en todo el mundo, siguiendo el exitoso modelo inglés: cuentas de capitalización individual que permiten recibir, al final, lo que con esfuerzo y disciplina se aporte durante toda la etapa productiva, con el crecimiento del interés compuesto asegurado a mediano y largo plazo.
¿Qué consejos generales ofrecería a los jóvenes que desean comenzar a construir su patrimonio financiero?
PO: No caer en el error cometido por la mayoría de los empresarios en Venezuela en el pasado, quienes invirtieron todo en el país y en sus negocios. En el caso de los empleados, muchos gastaron todo lo que les sobraba. Lo ideal es que, tanto en uno como en otro caso, se reserve una parte de los ingresos mensuales o anuales y se coloque en un portafolio de inversión en una compañía estadounidense o británica de gran envergadura. A largo plazo, esta inversión garantizará seguridad financiera para la vejez, sin importar los altibajos que se presenten durante la vida productiva. Como suelo decir, el tiempo no retrocede; y al llegar a la vejez, no hay marcha atrás. Si no contamos con suficiente dinero, corremos el riesgo de vivir en la miseria.
¿Cuáles son las consideraciones clave que los adultos deben tener en cuenta al planificar su seguridad financiera a largo plazo?
PO: En primer lugar, es crucial comenzar lo más joven posible, ya que el poder del interés compuesto es exponencial con el tiempo. En segundo lugar, es fundamental desarrollar hábitos financieros saludables, donde los pequeños gastos marquen la diferencia. Evitar gastar en cosas superfluas es clave, y establecer un plan de ahorro e inversión formal es la única manera de fomentar el hábito del ahorro. Cuando el dinero no está tan disponible psicológicamente debido a ese compromiso, es menos probable que lo gastemos de manera innecesaria.
¿Cuál es su opinión sobre la importancia de la educación financiera en la sociedad venezolana?
PO: Es precisamente aquí donde debemos comenzar: la falta de educación financiera nos ha llevado a esta situación. Tenemos la tendencia a culpar exclusivamente a la política, pero la realidad es que la mayoría de los trabajadores venezolanos podrían haber optado por un plan financiero privado y no lo hicieron. En Estados Unidos, las personas cuentan con la seguridad social proporcionada por el Estado, pero también complementan esto con una anualidad privada. Esto habría evitado que la economía venezolana cayera tan profundamente. Imagina si cada ciudadano de este país hubiera tenido ahorros suficientes para enfrentar la crisis. Incluso la migración habría sido diferente, ya que la mayoría habría podido costear un vuelo en lugar de tener que arriesgarse caminando o en autobús por toda Latinoamérica.
¿Cuáles son los errores financieros más comunes que observa en sus clientes y cómo pueden evitarse?
PO: La mayoría ha pasado toda su vida ahorrando, comprando muebles e inmuebles, lo cual es un error, ya que han apostado casi todo a un solo rubro y la diversificación siempre es la mejor amiga del inversor.
El problema con estos activos es que, en primer lugar, son muy poco líquidos. Si uno se enferma gravemente y necesita una cirugía de emergencia, no hay mucho tiempo para vender una casa. Y si hay algo de tiempo, se corre el riesgo de venderla a un precio inferior, lo que resultaría en una pérdida patrimonial significativa. Además, el valor del mercado inmobiliario está muy ligado al riesgo país. En caso de una crisis, lo primero que disminuye de valor es el inmueble. Además, si decides migrar, no puedes llevártelo contigo. Ante una posible quiebra del país, la oferta de inmuebles aumenta mientras que la demanda disminuye, lo que deprecia aún más el valor del inmueble.
Es por eso que cobra importancia lo que mencionaba anteriormente: tener un tercio de todo su patrimonio líquido, ya que con ese dinero cualquiera puede migrar y empezar de nuevo cómodamente en cualquier parte del mundo. Si las inversiones inmobiliarias fueron inteligentes, es poco probable que hayas invertido una gran cantidad de dinero en inmuebles físicos.
Ya que ha repetido dos veces lo de inversiones inmobiliarias inteligentes, cuénteme, ¿a qué se refiere?
PO: ¡Ah, ok, claro, jajaja! Bueno, las inversiones inmobiliarias inteligentes son aquellas que se realizan con el objetivo de obtener ganancias en un período determinado y luego salir del bien para que no se conviertan en un gasto. Por ejemplo, comprar un inmueble en planos en la etapa inicial de la planeación de la obra. En esa etapa, el constructor busca financistas que terminan comprando a un valor entre el 30 % y el 50 % de lo que seguramente valdrá el mismo al terminarla. Típicamente, entre ese momento y la entrega del inmueble pasan de 2 a 3 años, entonces en ese período puede duplicar y más el monto de la inversión, lo que es un resultado extraordinario que no se consigue en casi ninguna otra inversión. El riesgo está en saber elegir a la empresa constructora.
La otra forma es comprar terrenos a largo plazo ubicados hacia donde la ciudad esté creciendo, lo que puede tardar quizás unos 10 años en adelante. Comúnmente, valen muy poco y cuando llega el momento, su valor se puede multiplicar por 10 o más, lo que termina siendo un crecimiento del 100 % de la inversión por año, también un resultado extraordinario. Hay visionarios que, conociendo los planos de desarrollo urbanísticos de las ciudades, compran pensando incluso para 30, 50 e incluso 100 años en el futuro, pensando en patrimonio para sus herederos.
¿Qué recomienda hacer a las personas que ahorraron así y tienen muchos inmuebles hoy en Venezuela devaluados?
PO: A quienes poseen inmuebles les recomiendo que aguanten sin vender lo más que puedan, también dependiendo de la ciudad donde se encuentren. Solo deberían vender si no tienen otra opción y enfrentan una emergencia real, o si planean utilizar esos fondos para adquirir otro inmueble devaluado en Venezuela. Además, podrían aplicar una estrategia comúnmente utilizada en el mundo bursátil conocida como ‘Fly to Quality’ (Volar hacia la Calidad). Esta estrategia consiste en aprovechar las oportunidades y trasladarse a activos con un mayor potencial de aumento de valor en el tiempo o para mejorar su vivienda actual.
En este caso, sugiero identificar las ciudades con mayor probabilidad de recuperación económica, como Lecherías y sus alrededores, y Ciudad Guayana, que es un pequeño emporio industrial con potencial no petrolero y minero. Ciudad Guayana debería experimentar un repunte, ya que recientemente se ha privatizado parcialmente Ferrominera del Orinoco con un consorcio indio, lo que debería estimular la actividad comercial y el aumento del gasto público y privado.
Y, ¿comprar devaluados estos inmuebles no sería también buen negocio?
PO: Sí, claro. Sin embargo, debemos considerar que esta es una inversión de altísimo riesgo. Es decir, en nuestro portafolio de inversiones, solo deberíamos arriesgar un monto que no nos afectaría perder, máximo un 10 % del total. Si tenemos un patrimonio balanceado, con al menos un 30 % en activos líquidos o bursátiles, podríamos destinar un 5 % de eso y arriesgarlo a largo plazo en inmuebles de alta rentabilidad en Venezuela. Debemos entender que estos podrían generar frutos en 30 años, y eso estaría bien. Es una apuesta interesante, especialmente ahora que hay una posibilidad de cambio político en julio. Sin embargo, si ya tenemos más del 30 % de nuestro patrimonio invertido en inmuebles en Venezuela, sería prudente no comprar más. Recuperar el valor de nuestros activos sería una gran ganancia, dado que poner demasiado riesgo en una sola canasta es peligroso.
¿Qué papel juegan las inversiones extranjeras en el desarrollo económico de Venezuela y qué precauciones deben tomar los inversores extranjeros?
PO: Mira, en el mundo existen los fondos de riesgo y los capitales especulativos, los cuales son inversionistas de alto riesgo que buscan obtener grandes ganancias, pero asumiendo riesgos considerablemente altos. Por ejemplo, los bonos soberanos venezolanos o los de PDVSA actualmente se consideran bonos basura, pero si hay un cambio significativo en el país, podrían generar ganancias considerables. La emisión de la licencia 44 permitió que estos bonos volvieran a negociarse en el mercado bursátil internacional, lo que provocó que sus precios pasaran del 2 % al 7 % de su valor nominal, un aumento del 350 %. Imagina qué sucedería si se produce un cambio en el país; podrían alcanzar valores mucho más altos.
Por ejemplo, si compras un bono de 100.000 USD al 7 % de su valor nominal, es decir, por 7.000 USD, y ocurre un cambio como la emisión de otras licencias o un cambio de gobierno, en poco tiempo su valor podría llegar al 30 % o 50 %. Esto significa que podrías convertir una inversión de 7.000 USD en 30.000 o 50.000 USD fácilmente. El riesgo radica en cuánto tiempo podría tardar este aumento en producirse, ya sea en las elecciones del 18 de julio o quizás en 20 años más. Pero bueno, esta es una apuesta que a estos inversionistas de riesgo les encanta, ¡jajaja!
¿Cuál es su visión sobre el mercado inmobiliario venezolano en la actualidad y cómo podría evolucionar en el futuro?
PO: Depende de la situación política del país. Recuerda que la economía está estrechamente ligada a la política, y las decisiones políticas generan expectativas económicas que impactan en gran medida. Por lo tanto, si existe una expectativa de cambio, la gente se anima a realizar inversiones en el país; de lo contrario, la gente migra y se deshace de sus bienes. Estos dos extremos pueden generar una valoración o depreciación masiva de los activos. Aunque los valores están muy bajos, siempre existe la posibilidad de que bajen aún más. Sin embargo, si se produce un cambio o el comienzo de una transición en Venezuela, como mínimo, en el primer impulso, todos los bienes duplicarán su valor. A partir de ahí, el aumento dependerá de otros factores, como la entrada de grandes capitales de inversión al país y la reactivación de la economía en general. Es importante destacar que habrá ciudades que experimentarán este cambio primero, según su desarrollo industrial.
¿Qué consejos daría a aquellos que desean diversificar sus inversiones más allá de las fronteras venezolanas?
PO: Mira, las inversiones en negocios a nivel mundial son complicadas y el empresario promedio venezolano no está acostumbrado a abordarlas de manera científica. Esta es la razón por la que tantos han tenido que regresar a Venezuela después de perder mucho dinero en emprendimientos fallidos. ¿Por qué sucede esto? Porque el costo de los servicios y las obligaciones fiscales en otros países no son un juego; son altos y para obtener ganancias se debe ser extremadamente eficiente.
La verdad es que en Venezuela mucha gente logró ganar dinero sin comprender completamente lo que estaban haciendo. Lo primero que se debe hacer antes de invertir es realizar un estudio de factibilidad y, una vez decidido, elaborar un plan de negocios. Lamentablemente, estos dos pasos suelen ser completamente ignorados por la mayoría. A muchos no les importa arriesgar 500.000 dólares, pero les resulta difícil invertir 2.000 dólares en estos procesos para prevenir la pérdida de los 500. Esta mentalidad puede parecer una locura, pero es una tendencia común que he observado en la mayoría de los empresarios que han salido del país.
¿Cómo pueden las tecnologías financieras, como las criptomonedas, influir en el panorama financiero venezolano?
PO: En tiempos de sanciones y exclusión de la banca venezolana del sistema Swift internacional, sin duda, plataformas como Blockchain han sido fundamentales. Hoy en día, más del 30 % de las transacciones se realizan a través de esta tecnología, lo que genera una viabilidad transaccional clave para los comercios y los empresarios. Esto es especialmente relevante debido a la voracidad fiscal que ha empujado a muchos hacia la informalidad y a enfrentar altas imposiciones fiscales en la banca tradicional.
¿Cuál es su opinión sobre la importancia del asesoramiento financiero profesional en un entorno económico tan desafiante como el de Venezuela?
PO: Sin duda, es fundamental. Solo trabajando con métricas y comparaciones mediante estudios mensuales podemos entender y asimilar los cambios necesarios para ser constantemente productivos y eficientes. Y para hacer esto de manera óptima, sería beneficioso contar con la guía de un asesor que nos acompañe.
¿Cuál es el enfoque de PROO Advisors hacia la responsabilidad social corporativa y cómo se refleja en sus prácticas comerciales?
PO: Tenemos varias prácticas en función de estos principios. En primer lugar, somos una empresa 99 % libre de papeles; todo lo gestionamos en nubes encriptadas para garantizar la seguridad de nuestros clientes y para preservar nuestro medio ambiente. Además, algo muy importante en Venezuela es que no nos adherimos al sistema de prestaciones sociales establecido por el Estado, donde predominan los bonos y apenas hay un salario que los respalde. Nosotros no solo pagamos en divisa, sino que las prestaciones de nuestros empleados, casi en su totalidad, se convierten en pasivos laborales. Cuando pagamos utilidades, vacaciones y todos los derechos laborales, estos no se devalúan ni se reducen a una miseria.
Además, dos veces al año realizamos donaciones a tres Casas Hogares de nuestra ciudad y formamos parte de la organización internacional Rotary, a la que apoyamos en sus actividades sociales. Ahora vamos a innovar patrocinando a un deportista destacado de la ciudad. Sin embargo, lo más importante es que siempre brindamos apoyo a nuestros empleados en situaciones imprevistas.
¿Qué mensaje final le gustaría dejar a nuestros lectores en relación con la gestión financiera en Venezuela?
PO: Seamos responsables financieramente con nosotros mismos y nuestros seres queridos. Aprendamos sobre finanzas personales y contemos con un asesor de confianza, ya que es la única manera de asegurarnos de tomar decisiones acertadas para el futuro y estar preparados para los eventos inesperados que pueden cambiar nuestras vidas para siempre.
Más sobre Paulino R. Ortega
Paulino R. Ortega es un reconocido asesor financiero con una amplia trayectoria en el mercado venezolano. Su enfoque se centra en brindar asesoramiento experto y soluciones innovadoras para maximizar el rendimiento de las inversiones y proteger el patrimonio en un entorno económico desafiante. Como director de PROO Advisors, Paulino está comprometido con la excelencia en el servicio al cliente y la promoción de la educación financiera en la comunidad.
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