EE.UU. impone nuevas sanciones a Irán y Hezbollah para frenar exportaciones | Estados Unidos ha anunciado este jueves un nuevo paquete de sanciones contra Irán, centrado especialmente en su denominada “flota fantasma”, una red marítima utilizada para eludir restricciones internacionales y continuar con la exportación ilegal de petróleo. La medida incluye también acciones directas contra el grupo Hezbollah y estructuras financieras que lo respaldan.
Según el comunicado emitido por el Departamento del Tesoro, la iniciativa forma parte de una estrategia renovada para presionar al régimen iraní tras el reciente conflicto con Israel y los ataques estadounidenses sobre instalaciones nucleares en territorio iraní.
Objetivo: cortar recursos a la Guardia Revolucionaria
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, detalló que las sanciones afectan a seis entidades involucradas en la comercialización ilícita de crudo iraní. Entre ellas destacan empresas dirigidas por el empresario iraquí Salim Ahmed Said, quien habría operado una red que transportaba petróleo iraní camuflándolo como crudo iraquí.
Asimismo, se identificaron cuatro buques como parte del esquema logístico que facilita estas operaciones. “Estamos actuando contra todas las redes que permiten a Irán acceder a recursos que financian sus actividades desestabilizadoras, especialmente las que benefician directamente a la Guardia Revolucionaria”, señaló Bessent.
Hezbollah también en la mira
Paralelamente, el Departamento de Estado impuso sanciones contra siete líderes de Hezbollah y una entidad financiera asociada al grupo, la organización Al Qard Al Hasán, señalada por facilitar el financiamiento de sus actividades.
De acuerdo con las autoridades, los sancionados han contribuido a evadir restricciones previas, utilizando mecanismos financieros internacionales y estructuras comerciales para mantener la operatividad del partido-milicia libanés. El gobierno estadounidense reitera que Hezbollah representa una amenaza directa para la estabilidad regional y para la población libanesa.
“El régimen iraní y sus aliados continúan eligiendo el extremismo sobre la paz”, subrayó Bessent, reafirmando que el gobierno del presidente Donald Trump seguirá utilizando todos los mecanismos disponibles para debilitar su infraestructura financiera y política.
Presión diplomática y financiera coordinada
Las nuevas medidas reflejan una estrategia conjunta entre el Departamento del Tesoro y el Departamento de Estado para bloquear el acceso a recursos internacionales de los actores sancionados. El objetivo declarado es limitar su capacidad operativa y presionar para un eventual retorno de Irán a la mesa de negociaciones sobre su programa nuclear.
“Estados Unidos no permitirá que actores desestabilizadores como Irán y Hezbollah operen con impunidad en la región”, afirmó el Departamento de Estado en su comunicado oficial.