Un equipo fue creado para investigar las causas del siniestro, y se espera que un informe sea presentado en un plazo de 45 días. Este es el accidente más mortífero en Nepal desde 1992, cuando un Airbus A300 de Pakistan International Airlines causó la muerte de 167 personas cerca de Katmandú. El sector aéreo de Nepal, que transporta a zonas de difícil acceso y cuenta con algunas de las pistas más remotas y peligrosas del mundo, ha sido históricamente propenso a accidentes.
Además de las víctimas mortales, también hay varios heridos reportados. Los equipos de rescate están trabajando para recuperar a los sobrevivientes y brindarles atención médica inmediata.
La compañía aérea Yeti Airlines ha expresado sus condolencias a las familias de las víctimas y ha dicho que está cooperando plenamente con las autoridades en la investigación del accidente. También se ha ofrecido asistencia a las familias de las víctimas.
El gobierno de Nepal ha declarado un día de luto nacional en honor a las víctimas del accidente. El primer ministro Pushpa Kamal Dahal ha visitado a los heridos en el hospital y ha expresado su tristeza por la pérdida de vidas.
La seguridad aérea en Nepal ha sido una preocupación recurrente debido a la falta de infraestructura adecuada, la falta de capacitación de los pilotos y la falta de regulaciones estrictas. A pesar de los esfuerzos para mejorar la seguridad aérea en el país, los accidentes aéreos siguen siendo comunes. Es importante que se realice una investigación exhaustiva para determinar las causas del accidente y tomar medidas para prevenir accidentes similares en el futuro.