El retiro de las fuerzas de seguridad venezolanas pone fin a 48 horas de tensión en la embajada de Argentina en Caracas. La salida de Edmundo González Urrutia a España parece haber sido clave en el cese del asedio.
Fin de la tensión en la embajada argentina
Los funcionarios encapuchados que habían rodeado la embajada desde el pasado viernes se retiraron del lugar, según confirmaron personas que se encontraban dentro de la sede. Además, se restableció el servicio eléctrico, lo que alivia en parte la angustia de los seis venezolanos asilados por el gobierno de Javier Milei en la embajada.
La presencia del Sebin en las inmediaciones de la embajada había generado preocupación, especialmente por la situación de los asilados y la posibilidad de una intervención más agresiva por parte del gobierno de Maduro. Sin embargo, la retirada de las fuerzas de seguridad ha devuelto cierta calma a la sede diplomática, que actualmente está bajo la custodia de Brasil.
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Relación con la salida de González Urrutia
El diario argentino Clarín sugiere que la retirada del Sebin podría estar relacionada directamente con la “sorpresiva” salida de Edmundo González Urrutia a España. Algunas fuentes especulan que el asedio a la embajada de Argentina pudo haber sido una maniobra de distracción internacional mientras se negociaba el refugio para González Urrutia, quien ha sido un crítico feroz del gobierno de Maduro y recientemente se exilió en España bajo la protección del presidente Pedro Sánchez.
Esta hipótesis ha ganado fuerza tras conocerse que el asedio cesó poco después de que González Urrutia abandonara Venezuela. La salida de esta figura opositora podría haber sido utilizada como una vía para mitigar las crecientes tensiones tanto internas como externas.
Respuesta del gobierno de Maduro y Brasil
En un comunicado oficial, la Cancillería de Venezuela justificó la revocatoria de la custodia de Brasil sobre la embajada de Argentina, alegando que desde allí se estarían gestando supuestos planes para atentar contra la vida de Nicolás Maduro y la vicepresidenta Delcy Rodríguez. Sin embargo, Brasil, que se hizo cargo de la sede diplomática tras la expulsión de los diplomáticos argentinos, ha declarado que mantendrá la custodia hasta que ambas naciones designen un país de común acuerdo para supervisar las instalaciones.
Este cruce diplomático refleja las tensiones en la región, exacerbadas por la postura crítica del gobierno de Javier Milei hacia el régimen venezolano. La salida de González Urrutia, por tanto, no solo ha sido un alivio para el opositor, sino que también ha servido para descomprimir una situación que amenazaba con un conflicto mayor en las relaciones diplomáticas de Venezuela con Argentina y Brasil.
Conclusión: un respiro temporal
La retirada del Sebin de la embajada de Argentina en Caracas marca un respiro para los asilados y diplomáticos en la sede, pero las tensiones en la región persisten. La relación entre la salida de Edmundo González Urrutia y el cese del asedio sigue siendo objeto de especulación, mientras la oposición venezolana continúa enfrentando un clima hostil dentro del país. Las acciones del gobierno de Maduro, como la justificación de la revocatoria de la custodia brasileña, reflejan las complejidades diplomáticas en juego.
El panorama político venezolano sigue siendo volátil, y aunque la retirada del Sebin ha traído un alivio temporal, el conflicto entre el gobierno y la oposición continúa, ahora con González Urrutia desde el exilio y María Corina Machado en la clandestinidad.