Según el comunicado oficial de la organización, el reconocimiento de Machu Picchu como maravilla del mundo no solo es un título honorífico, sino que implica el compromiso de las autoridades peruanas de garantizar su preservación, su acceso ordenado y el respeto de estándares internacionales para la protección de su valor histórico y cultural.
Problemas Detectados: Turismo Masivo, Precios y Falta de Coordinación
New7Wonders señaló que, a pesar de ser uno de los principales destinos turísticos del planeta, Machu Picchu enfrenta presión por el turismo masivo, lo que amenaza su integridad física y su capacidad de carga. La ciudadela recibe en promedio más de 4,000 visitantes diarios, cifra que en temporadas altas puede desbordar los límites de sostenibilidad recomendados por expertos.
Además, la organización ha expresado preocupación por:
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Aumento constante de precios de boletos y servicios, lo que limita el acceso de visitantes nacionales e internacionales.
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Denuncias de irregularidades en la venta de entradas, que generan descontento en operadores turísticos y turistas.
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Deficiencias en el transporte, especialmente en las vías férreas que conectan Cusco con Aguas Calientes.
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Falta de coordinación entre instituciones gubernamentales, empresas privadas y gremios turísticos para garantizar un manejo ordenado de visitantes.
Estos factores, advierte New7Wonders, podrían erosionar el prestigio del sitio y poner en entredicho su condición de maravilla mundial.
El Ministerio de Cultura de Perú reaccionó rápidamente a la advertencia. A través de un comunicado difundido en su cuenta oficial de X (antes Twitter), la entidad aseguró que la conservación de Machu Picchu “no está siendo vulnerada” y que el sitio no figura en la lista de “Patrimonio Mundial en Peligro” de la Unesco.
El ministerio subrayó que en julio pasado la Unesco valoró positivamente los esfuerzos realizados, destacando las mejoras en la gestión de visitantes y la implementación de sistemas de monitoreo digital para controlar el flujo de turistas.
Por su parte, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) anunció que sostendrá reuniones con gremios turísticos y operadores locales para buscar soluciones consensuadas que permitan garantizar el acceso ordenado, mejorar la experiencia del visitante y proteger el valor histórico del sitio.
Un Patrimonio que Atrae a Millones de Turistas
Machu Picchu, ubicada en la región Cusco, es uno de los principales motores de la economía peruana. Solo en 2023, la ciudadela atrajo a más de 1.6 millones de visitantes, generando ingresos millonarios para el sector turismo y beneficiando a miles de familias locales que dependen del comercio, la hotelería y el transporte.
Sin embargo, el elevado flujo de turistas ha generado tensiones sociales y ambientales. En los últimos meses, las protestas por el sistema de venta de boletos dejaron a más de 2,300 turistas varados, evidenciando la fragilidad del sistema logístico y la necesidad de un plan integral de gestión.
Desafíos y Soluciones Propuestas
Expertos en conservación han insistido en que el desarrollo de un plan estratégico es vital para garantizar que Machu Picchu se mantenga en condiciones óptimas para las futuras generaciones. Entre las propuestas destacan:
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Implementar un sistema de reservas escalonado, que limite el número de visitantes por franja horaria.
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Fortalecer la infraestructura ferroviaria y vial, para reducir interrupciones en el transporte.
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Digitalizar y transparentar la venta de boletos, evitando fraudes y sobreventas.
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Promover el turismo sostenible, incentivando visitas en temporadas bajas y creando rutas alternas para distribuir la carga turística en otros destinos de la región Cusco.
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Fomentar la participación comunitaria, para que las poblaciones locales se beneficien de manera equitativa del turismo.
Un Título en Riesgo
La advertencia de New7Wonders ha encendido las alarmas, no solo en Perú, sino en toda la región andina. Perder el título de “Maravilla del Mundo” tendría un impacto negativo en la imagen internacional del país y podría afectar su atractivo turístico.
Para evitarlo, se requiere un esfuerzo conjunto entre autoridades, operadores turísticos, comunidades locales y organizaciones internacionales. La meta es lograr un equilibrio entre conservación y desarrollo económico, asegurando que Machu Picchu siga siendo un destino icónico y un símbolo de orgullo para los peruanos.
Machu Picchu es mucho más que una atracción turística: es un símbolo de la ingeniería, espiritualidad y visión de los incas, y un legado que pertenece a toda la humanidad. La advertencia de New7Wonders debe servir como un llamado a la acción para fortalecer los mecanismos de conservación y convertir la gestión del sitio en un modelo de sostenibilidad a nivel global.
Si se actúa con rapidez y compromiso, Perú podrá garantizar que la ciudadela siga figurando entre las maravillas del mundo por muchas generaciones más.