Icono del sitio InformarEs

La Amazonía enfrenta un nuevo y peligroso clima “hipertropical” que podría transformar por completo el mayor bosque del planeta

AmazoníaLa Amazonía, considerada uno de los pulmones más importantes de la Tierra, está ingresando en un escenario climático sin precedentes que los científicos han bautizado como “hipertropical”. Se trata de un régimen caracterizado por temperaturas todavía más elevadas que las actuales y sequías severas que ocurren con mayor frecuencia e intensidad, un fenómeno que amenaza la supervivencia de millones de hectáreas de selva y podría alterar de forma irreversible el equilibrio climático global.

Esta alarmante transformación está siendo documentada por un equipo de investigadores de la Universidad de California en Berkeley, quienes advierten que las condiciones registradas recientemente en el Amazonas no tienen comparación en la historia reciente del planeta. Según sus estudios, publicados en la prestigiosa revista Nature, no existían indicios de un clima similar desde hace decenas de millones de años.

La combinación de calentamiento global, disminución de la humedad del suelo y prolongación de la temporada seca está sometiendo a los árboles del bosque tropical a un estrés extremo que puede derivar en una mortandad masiva, con consecuencias a escala planetaria.

Un escenario climático nunca antes visto

El estudio alerta sobre un aumento progresivo de episodios de “sequía cálida”, un término utilizado para describir períodos donde las altas temperaturas coinciden con una marcada falta de humedad. Bajo los actuales niveles de emisiones de gases de efecto invernadero, estas condiciones podrían volverse recurrentes en toda la cuenca amazónica antes del año 2100.

Las proyecciones indican que, en las próximas décadas, la Amazonía podría experimentar hasta 150 días al año bajo estrés climático severo, incluso en meses tradicionalmente asociados a la temporada de lluvias. En otras palabras, el bosque tropical más grande del mundo estaría dejando de responder a su patrón climático habitual para entrar en un estado totalmente nuevo y potencialmente irreversible.

La estación seca —normalmente concentrada entre julio y septiembre— se está alargando cada vez más, mientras que la intensidad de las olas de calor aumenta. Este proceso, advierten los expertos, puede empujar a la selva hacia un punto de inflexión ecológico del cual no sería posible recuperarse.

El impacto directo sobre los árboles: hambre, estrés y muerte

Jeff Chambers, director de la investigación y uno de los científicos con mayor experiencia en el estudio de la Amazonía —a la que ha dedicado más de 30 años de trabajo—, explica que este nuevo clima supera los límites que definen a un bosque tropical.

Uno de los hallazgos más inquietantes del estudio es que, cuando la humedad del suelo cae a un tercio de su volumen total, los árboles dejan de absorber carbono, una señal de “inanición fisiológica”. Esta incapacidad reduce su capacidad fotosintética y los deja vulnerables a procesos internos que pueden resultar fatales, como la formación de burbujas de aire en la savia, lo que bloquea el transporte de agua y nutrientes.

No todos los árboles reaccionan de la misma manera:

  • Los de crecimiento rápido y madera liviana son los más afectados y presentan tasas de mortalidad más altas.

  • Los de madera densa muestran mayor resistencia, pero la persistencia de estas nuevas condiciones podría terminar afectándolos también.

Este patrón de mortalidad diferencial podría, a largo plazo, modificar la composición completa del bosque, reduciendo la biodiversidad y alterando los ciclos ecológicos esenciales.

Un riesgo global: la Amazonía dejaría de absorber CO₂

La relevancia del Amazonas trasciende fronteras. Este ecosistema, junto con otras selvas tropicales del planeta, regula una parte fundamental del ciclo global del carbono, absorbiendo miles de millones de toneladas de CO₂ cada año.

Los científicos advierten que, si continúa el avance del clima hipertropical, la capacidad de la Amazonía de funcionar como “sumidero de carbono” disminuirá hasta transformarse en una fuente neta de emisiones. Esta posibilidad no es una predicción lejana: estudios recientes ya detectaron incrementos de dióxido de carbono en la atmósfera después de sequías severas en la región.

Si este proceso se intensifica, el cambio climático podría acelerarse de manera dramática, desencadenando una cadena de efectos climáticos extremos en todo el planeta.

Un fenómeno que puede expandirse más allá de Sudamérica

Lo que ocurre en la Amazonía no se limitaría a sus fronteras. Según el equipo de investigación, las condiciones hipertropicales podrían extenderse hacia otras selvas tropicales, entre ellas:

  • África Occidental

  • Cuencas del Congo

  • Sudeste Asiático

Esto implicaría que algunas de las regiones biológicamente más ricas del mundo podrían enfrentar un deterioro simultáneo, lo que afectaría a millones de especies y comunidades humanas.

Una advertencia urgente: el futuro depende de las decisiones actuales

Jeff Chambers y los demás investigadores del estudio son categóricos: la magnitud del problema depende directamente de las acciones humanas en materia de emisiones.

Depende de nosotros hasta qué punto vamos a crear realmente este clima hipertropical”, advirtió Chambers, subrayando que, si la emisión de gases de efecto invernadero continúa sin control, este escenario podría materializarse mucho antes de lo previsto.

Para los científicos, la Amazonía se encuentra en un punto crítico:
o se toman medidas drásticas para frenar el calentamiento global,
o el mayor bosque tropical del planeta podría entrar en una transformación irreversible que modificaría el clima global por generaciones.

La urgencia es innegable. La ventana para actuar aún existe, pero se estrecha con cada año que pasa.

Salir de la versión móvil