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Gregorio Petit es removido del mando de Tiburones: una decisión que marca un giro estratégico en la LVBP

TiburonesLa Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) vive una temporada particularmente agitada en cuanto a movimientos gerenciales, y uno de los cambios más comentados ha sido la salida de Gregorio Petit como manager de los Tiburones de La Guaira. La decisión, anunciada por la gerencia litoralense, ocurre tras una serie de resultados adversos que hundieron al equipo en la última posición de la tabla, compartiendo el sótano con los Navegantes del Magallanes. Con esta destitución, Petit se convierte en el segundo dirigente en perder su puesto en la presente campaña.

La medida no tomó por sorpresa a los seguidores del club. Tiburones acumulaba tres derrotas consecutivas y un registro general de 11 victorias y 15 reveses, además de haber caído en siete de sus últimos diez encuentros. Sin embargo, lo que terminó de precipitar la salida del estratega fue la desastrosa actuación del equipo en Puerto La Cruz, donde sufrieron una barrida a manos de Caribes de Anzoátegui. En esa serie de tres compromisos, los litoralenses permitieron 31 carreras en 27 innings, una marca que encendió todas las alarmas dentro de la organización.

Un debut que no cumplió con las expectativas

Gregorio Petit llegó al mando de los Tiburones con una propuesta ambiciosa y cargada de entusiasmo. Tras una destacada carrera en Grandes Ligas y experiencia como coach, su salto al rol de manager en la pelota criolla generó altas expectativas entre aficionados y directivos. Él mismo había manifestado su deseo de “hacer historia” con el conjunto escualo, apostando por un estilo de juego agresivo, dinámico y cercano con los jugadores más jóvenes.

Pero la LVBP es una liga corta, exigente y marcada por resultados inmediatos. En apenas 26 juegos, los Tiburones no lograron adaptarse al ritmo competitivo ni consolidar un rendimiento estable. Las fallas en el bullpen, las desconcentraciones defensivas y la baja producción oportuna fueron factores que se repitieron semana tras semana, minando las posibilidades de Petit de sostener su proyecto de dirección.

Entre los debutantes de esta temporada también figuran César Izturis con los Cardenales de Lara y Asdrúbal Cabrera con Caribes de Anzoátegui. A diferencia de Petit, ambos aún se mantienen en sus cargos, aunque en el caso de Lara, el rendimiento tampoco ha sido el más destacado, con los pájaros rojos alternando posiciones en la parte baja de la tabla.

Marco Davalillo: el nuevo rostro al mando de los litoralenses

La gerencia de Tiburones no tardó en anunciar al sucesor: Marco Davalillo, figura ampliamente conocida dentro del béisbol venezolano y con experiencia previa en la dirección técnica. Según el comunicado del club, Davalillo asumirá como manager para el resto de la temporada, con la responsabilidad de revertir la mala racha y encaminar al equipo hacia los puestos de clasificación.

El reto no es menor. La Guaira no solo debe levantar su rendimiento colectivo, sino recuperar la confianza de una afición que, año tras año, mantiene grandes expectativas dadas las nóminas competitivas que suele presentar el equipo. Davalillo tendrá que trabajar a contrarreloj para reajustar la rotación, reordenar el bullpen y encontrar el line up más productivo.

Si bien los Tigres de Aragua han demostrado que un cambio de manager puede generar un impulso repentino —como ocurrió con los Navegantes tras la llegada de Yadier Molina, que enlazaron cuatro victorias esta semana—, no siempre la reacción es inmediata. El nuevo dirigente deberá imponer disciplina táctica, corregir fallas defensivas y hallar estabilidad en el pitcheo intermedio, uno de los puntos más críticos del equipo en las últimas semanas.

Un análisis más profundo: ¿falló el proyecto o falló el momento?

Los analistas coinciden en que la salida de Petit no necesariamente responde a un mal planteamiento de su parte, sino a un cúmulo de circunstancias que lo perjudicaron desde el arranque. Tiburones es una organización históricamente presionada por su afición, con largos años sin título, y la necesidad de resultados inmediatos suele convertir cualquier bache en un tornado institucional.

El roster, además, ha sufrido variaciones importantes por lesiones, bajas temporales y ajustes obligados en la rotación. Los relevistas no aportaron la solidez requerida, y en momentos decisivos, el equipo dejó escapar ventajas que terminaron costando derrotas dolorosas.

La pregunta que muchos se hacen es si el proyecto de Petit necesitaba más tiempo. En ligas más extensas, como la MLB, un mal mes no determina el destino de un manager. Pero la LVBP, con su formato corto y competitivo, no otorga ese margen.

Lo que viene para Tiburones

La llegada de Davalillo abre una nueva etapa para Tiburones, que aún tiene posibilidades matemáticas y deportivas de recuperarse. La temporada se ha demostrado volátil, con equipos que han resurgido tras cambios clave. La Guaira cuenta con talento ofensivo, velocidad en las bases y jugadores con experiencia en postemporada. Si logran sincronizar pitcheo y bateo, el equipo podría volver a ser protagonista.

Mientras tanto, Gregorio Petit deja una primera experiencia agridulce como manager en la LVBP, pero también valiosa. Su nombre seguirá siendo considerado en futuros proyectos, pues su conocimiento del juego y liderazgo profesional no pasan desapercibidos.

Lo que queda claro es que la temporada 2024-2025 de la LVBP continúa marcada por decisiones sorpresivas, giros drásticos y un competitivo ambiente que no da respiro a nadie.

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