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Oposición Reclama salario digno para trabajadores este #1May

Los tipos de cambio alternativos al oficial siguieron trepando en Argentina este lunes, ante la escasez de dólares de la que no se vislumbra una solución a corto plazo y una inflación superior al 100 % anual que se aceleran ante la incertidumbre en un año de elecciones presidenciales.

En la plaza informal, la cotización del llamado «dólar blue» aumentó 20 pesos, a un nuevo récord de 462 pesos para la venta por unidad, un indicador que se repite en los portales de noticias y la TV y al que la población está muy atenta.

A la par, los denominados dólares financieros acompañaron la suba elevando la brecha con la cotización oficial al 109 %.

El dólar «contado con liquidación» (CCL, que consiste en comprar localmente con pesos argentinos acciones o bonos y venderlos en dólares en Wall Street) se incrementó 1,6 %, a 462,32 pesos por unidad.

El «dólar bolsa» o «dólar MEP» (que se consigue comprando activos que cotizan a la vez en pesos y en dólares, se pagan en pesos al adquirirlo y se venden en dólares en el mercado bursátil argentino) subió 2,6 %, a 449,02 pesos por unidad.

En el mercado oficial de divisas, el Banco Central aceleró la depreciación, ya que el precio del dólar estadounidense para la venta al público subió un peso en el estatal Banco Nación, hasta los 218 pesos para la compra y 226 pesos, mientras que en la plaza mayorista subió 1,68 pesos hasta los 220,21 pesos por unidad para la venta.

Al cierre del mercado, el presidente de la entidad monetaria, Miguel Ángel Pesce, hombre afín al jefe de Estado, Alberto Fernández, y no al ministro de Economía, Sergio Massa, fue convocado a la Casa Rosada (sede de Gobierno), pero no trascendieron detalles de la reunión.

Las reservas en Argentina son escasas y este año el país suramericano sufre una sequía histórica que reduce sus exportaciones agropecuarias en unos 20.000 millones de dólares generando una falta de divisas difícil de cubrir.

En paralelo, existe un excedente de moneda nacional debido a que el Banco Central emite para financiar el déficit fiscal ante una población que no demanda pesos en la misma medida.

La difusión de una inflación anual de 104,3 % de inflación anual y de 7,7 % mensual en marzo pasado mostró un deterioro mayor al esperado, en tanto el Banco Central tardó en subir la tasa de interés y poco.

Los tipos de cambio paralelos comenzaron un nuevo ascenso, que también fue alimentado porque el llamado «dólar soja», creado por el Gobierno para darle a los exportadores del sector sojero un tipo de cambio más competitivo no está dando los resultados esperados y el Banco Central pierde divisas.

El Banco Central respondió incrementando las restricciones para acceder al tipo de cambio oficial, pero este lunes la suba de los paralelos sigue adelante.

El Ministerio de Economía negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con quien el país tiene vigente un programa por 45.000 millones de dólares, para que no cancele los desembolsos pese a no haber cumplido las metas del primer trimestre y tratando de conseguir más fondos.

Esta situación dificulta la gestión del Gobierno peronista hasta las elecciones primarias en agosto próximo y en las generales en octubre siguiente, que se suma a la búsqueda de cobertura habitual en los años electorales.



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