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Efectos cardiovasculares a largo plazo del ácido acetilsalicílico en adultos mayores: ¿prevención o riesgo?

ácido acetilsalicílicoEl ácido acetilsalicílico (AAS), más conocido como aspirina, ha sido durante décadas uno de los fármacos más recetados para prevenir complicaciones cardiovasculares. Sin embargo, su uso en prevención primaria —es decir, en personas sin antecedentes de infarto o accidente cerebrovascular— ha sido cada vez más cuestionado, especialmente en adultos mayores.

Un nuevo análisis del ensayo ASPREE (Aspirin in Reducing Events in the Elderly), liderado por el Dr. Rory Wolfe de la Universidad de Monash (Australia), ofrece datos contundentes sobre los efectos a largo plazo del AAS en esta población, confirmando que sus riesgos superan los potenciales beneficios.

Aspirina en prevención primaria: un debate vigente

Las guías clínicas internacionales, como las de la American Heart Association (AHA) y el American College of Cardiology (ACC), han actualizado sus recomendaciones en los últimos años. Hoy, la mayoría desaconseja el uso rutinario de aspirina en adultos mayores para prevención primaria, debido al alto riesgo de hemorragias gastrointestinales e intracraneales.

Aun así, se estima que entre 23% y 46% de los adultos mayores siguen consumiendo aspirina a diario con fines preventivos. Esto refleja la persistencia de la idea, ampliamente difundida en décadas anteriores, de que “una aspirina al día mantiene el corazón sano”.

El estudio ASPREE: diseño y población

El ensayo ASPREE fue un estudio clínico aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo que reclutó a 19.114 adultos mayores de 70 años (65 años en el caso de afroamericanos e hispanos en EE. UU.). Ninguno de los participantes tenía antecedentes de:

  • Enfermedad cardiovascular aterosclerótica

  • Demencia

  • Discapacidad física significativa

Los voluntarios fueron asignados a recibir 100 mg diarios de aspirina o placebo, entre 2010 y 2017. Posteriormente, se realizó un seguimiento extendido post-ensayo hasta 2022, manteniendo el cegamiento por 15 meses después de la fase activa.

En total, 15.668 participantes aceptaron continuar en el seguimiento tras la etapa inicial.

Resultados clave: sin beneficios cardiovasculares a largo plazo

Los investigadores analizaron la incidencia de eventos cardiovasculares adversos mayores (MACE), que incluyen:

  • Infarto de miocardio

  • Accidente cerebrovascular isquémico

  • Mortalidad cardiovascular

Hallazgos principales:

  1. Durante todo el periodo del estudio (2010-2022):

    • No hubo reducción significativa de MACE en el grupo tratado con aspirina.

    • HR: 1,04 (IC 95%: 0,94–1,15).

  2. En el seguimiento post-ensayo (mediana: 4,3 años):

    • La frecuencia de MACE fue mayor en el grupo aspirina frente a placebo.

    • HR: 1,17 (IC 95%: 1,01–1,36).

    • Se observó un incremento en la tasa de infartos de miocardio.

    • HR: 1,25 (IC 95%: 1,01–1,54).

  3. Riesgo hemorrágico:

    • El tratamiento con aspirina se asoció a un aumento significativo en hemorragias mayores.

    • HR: 1,24 (IC 95%: 1,10–1,39).

Interpretación clínica: más riesgos que beneficios

El mensaje es claro: en adultos mayores sin antecedentes cardiovasculares, la aspirina no reduce el riesgo de infarto o ictus a largo plazo y, en cambio, aumenta el riesgo de sangrados graves.

Esto confirma que la aspirina debe reservarse para:

  • Prevención secundaria en pacientes con infarto previo, accidente cerebrovascular o enfermedad arterial periférica.

  • Casos muy seleccionados de prevención primaria en adultos con riesgo cardiovascular alto, siempre tras una cuidadosa evaluación riesgo/beneficio.

Implicaciones para la práctica médica

El estudio ASPREE refuerza las recomendaciones de las guías internacionales:

  • No indicar aspirina de rutina en mayores de 70 años sin eventos cardiovasculares previos.

  • Revisar periódicamente a los pacientes que ya la consumen como prevención primaria.

  • Priorizar intervenciones con mayor impacto en prevención cardiovascular:

    • Control de presión arterial

    • Manejo de colesterol con estatinas

    • Abandono del tabaco

    • Ejercicio físico y dieta saludable

Lo que los pacientes deben saber

Muchas personas mayores aún toman aspirina convencidas de que es “protección para el corazón”. Sin embargo, este nuevo análisis muestra que, en ausencia de enfermedad cardiovascular diagnosticada, el fármaco:

  • No previene infartos ni derrames cerebrales.

  • Aumenta el riesgo de hemorragias peligrosas.

Por ello, antes de iniciar o continuar el uso de aspirina, los pacientes deben consultar con su médico y evaluar si realmente existe una indicación válida.

El seguimiento extendido del ensayo ASPREE confirma que el ácido acetilsalicílico en dosis bajas no aporta beneficios cardiovasculares a largo plazo en adultos mayores sanos. Por el contrario, incrementa la probabilidad de hemorragias graves y, en fases posteriores, de infarto de miocardio.

En un contexto donde millones de adultos mayores aún consumen aspirina de forma preventiva, estos hallazgos representan una llamada de atención para revisar las prácticas clínicas y desmitificar creencias populares sobre este medicamento.

La lección principal es clara: en prevención primaria en adultos mayores, la aspirina hace más daño que bien.

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