En la madrugada del lunes, un evento catastrófico sacudió a la ciudad de Derna, en la costa de Libia, dejando a miles de personas en estado de shock y provocando una de las tragedias más mortales en la historia de África. La causa de esta devastación se atribuye a una mezcla de factores que convergieron de manera letal.
Las cifras de la tragedia son impactantes: al menos 5.000 personas han perdido la vida, según el comunicado emitido por Médicos Sin Fronteras, en lo que se ha convertido en la inundación más mortífera registrada en África en más de un siglo. Y las autoridades locales advierten que al menos 10.000 personas siguen desaparecidas, lo que aumenta la incertidumbre y el sufrimiento en la región.
Una gran tormenta
La tormenta detrás de la tragedia, denominada tormenta Daniel, inicialmente causó estragos en Grecia, Turquía y Bulgaria, cobrándose más de 20 vidas en su paso. Luego, se transformó en un medicán, un sistema meteorológico raro con características similares a los huracanes, mientras se movía sobre el Mediterráneo. La tormenta se fortaleció al interactuar con aguas inusualmente cálidas en el Mediterráneo, lo que resultó en lluvias extremadamente intensas sobre Libia el domingo, llegando a alcanzar un nuevo récord de 414 mm de precipitación en 24 horas en la ciudad de Al-Bayda.
Aunque no se puede atribuir definitivamente esta tormenta al cambio climático, los científicos destacan que el aumento de la intensidad de eventos meteorológicos extremos, como tormentas, está relacionado con el cambio climático. El calentamiento de los océanos proporciona más energía para estas tormentas, y una atmósfera más cálida puede retener más humedad, lo que resulta en precipitaciones más intensas.
Factores que llevaron a la tragedia
1. Infraestructura en deterioro: Las presas que colapsaron fueron construidas hace aproximadamente medio siglo y no habían recibido mantenimiento desde 2002. Expertos habían advertido previamente sobre el riesgo de inundaciones catastróficas debido a la falta de mantenimiento de estas estructuras. La falta de inversión y cuidado en la infraestructura crítica contribuyó significativamente a la magnitud del desastre.
2. Falta de advertencias efectivas: A pesar de la naturaleza violenta de la tormenta, la falta de un sistema de alerta temprana adecuado y la inestabilidad política en el país impidieron la emisión oportuna de advertencias y la organización de evacuaciones preventivas. Esto dejó a la población vulnerable ante la creciente amenaza.
3. Historial de inundaciones: Derna tenía un historial de inundaciones debido a su ubicación geográfica y las características de las presas. Las presas de la ciudad habían sido identificadas previamente como de alto riesgo de inundación, pero las medidas necesarias para prevenir un desastre de esta magnitud no se llevaron a cabo a tiempo.
La tragedia en Derna subraya la necesidad urgente de abordar la infraestructura en deterioro, mejorar los sistemas de alerta temprana y tomar medidas concretas para mitigar los impactos del cambio climático en todo el mundo. Las comunidades afectadas por eventos climáticos extremos como este necesitan medidas de preparación y respuesta más efectivas para evitar pérdidas humanas y materiales en el futuro.