La cápsula Dragon de SpaceX amerizó con éxito en el océano Pacífico, frente a la costa sur de California, a las pocas horas de su reentrada atmosférica y un día después de separarse del laboratorio orbital.
“Bienvenidos a casa”, transmitió el Control de Misión de SpaceX, en un cierre impecable de la misión.
La tripulación de regreso
La nave trajo de vuelta a Anne McClain y Nichole Ayers de la NASA, Takuya Onishi de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) y Kirill Peskov de la agencia espacial rusa Roscosmos. El cuarteto despegó en marzo para reemplazar a los astronautas estadounidenses Butch Wilmore y Suni Williams, quienes debían permanecer solo una semana en la EEI durante la demostración del Starliner, pero se vieron obligados a quedarse más de nueve meses debido a fallos en la nave de Boeing.
El fracaso del Starliner y la intervención de SpaceX
Los problemas técnicos del Starliner obligaron a la NASA a tomar la decisión de devolver la cápsula vacía y utilizar una nave de SpaceX para el regreso de Wilmore y Williams, quienes partieron poco después de la llegada de la nueva tripulación.
Este incidente ha puesto nuevamente en el foco la dependencia de la NASA en SpaceX para vuelos tripulados, mientras Boeing sigue trabajando en la solución de los fallos detectados. Wilmore, uno de los afectados, se ha retirado oficialmente de la NASA tras la misión.
Un regreso histórico al Pacífico
Este amerizaje representa el tercer aterrizaje en el Pacífico de SpaceX con tripulación a bordo, pero es el primero para astronautas de la NASA en 50 años. La última vez que una misión estadounidense amerizó en esta zona fue en 1975, durante la misión Apolo-Soyuz, un histórico encuentro de cooperación entre Estados Unidos y la Unión Soviética en plena Guerra Fría.
SpaceX decidió trasladar sus puntos de retorno del Atlántico y el Golfo de México hacia la costa californiana para minimizar el riesgo de caída de escombros en zonas pobladas, medida aplicada a principios de este año. Las primeras misiones privadas ya habían ensayado este cambio antes de que se aplicara a vuelos de la NASA.
Reflexiones y deseos tras la misión
Antes de abandonar la estación espacial, McClain dedicó unas palabras a la situación mundial:
“Queremos que esta misión sea un recordatorio de lo que las personas pueden hacer cuando trabajamos juntos, cuando exploramos juntos”.
De vuelta en casa, McClain confesó que su plan inmediato era “no hacer nada durante un par de días” en Houston. Entre los deseos de la tripulación destacan duchas calientes y hamburguesas jugosas, un lujo ausente en la microgravedad.