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PDVSA Desmiente que combustible distribuido en el Zulia sea de mala calidad

Las largas filas para abastecer gasolina han dado lugar al retorno de los bachaqueros, que venden el combustible en pimpinas a precios exorbitantes en las inmediaciones de Ciudad Lossada y dentro del urbanismo. A pesar de que la estatal Petróleos de Venezuela S. A. (PDVSA) niega que su combustible sea de mala calidad, la mayoría de los bachaqueros venden gasolina colombiana, aunque algunos también venden la nacional.

La pimpina de 5 litros de gasolina nacional se vende en 9 dólares, mientras que la colombiana puede conseguirse hasta en 12 dólares por la misma cantidad de combustible. Además, se ha registrado un nuevo actor en el negocio: los yukpas, que han convertido su asentamiento del distribuidor Perijá, en la Circunvalación 1 de Maracaibo, en una estación de servicio improvisada. Estos nuevos bachaqueros venden gasolina nacional a dos dólares por litro.

El fenómeno de los bachaqueros no es nuevo en Venezuela, y ha estado presente en el país desde hace varios años. Antes de la crisis económica, los bachaqueros se dedicaban principalmente a la reventa de alimentos y productos básicos, que escaseaban en los mercados y supermercados del país. Sin embargo, con la crisis económica que enfrenta Venezuela desde hace varios años, la escasez de alimentos y productos básicos se ha generalizado, y los bachaqueros han tenido que diversificar su negocio para sobrevivir.

La venta de gasolina en pimpinas es solo uno de los muchos negocios ilegales que existen en el país, y que se han convertido en una fuente de ingresos para muchos ciudadanos que no tienen acceso a un empleo formal. La economía informal es una realidad en Venezuela, y muchos ciudadanos han tenido que buscar alternativas para sobrevivir en un país en el que el desempleo y la inflación están descontrolados.

La venta de gasolina en pimpinas, sin embargo, representa un peligro para la seguridad de los ciudadanos, ya que el combustible puede ser manipulado de manera ilegal y peligrosa, lo que aumenta el riesgo de accidentes y explosiones. Además, la venta de gasolina en pimpinas también es un delito, y los bachaqueros que se dedican a este negocio ilegal pueden ser sancionados y procesados penalmente.

La escasez de gasolina en Venezuela ha dado lugar al resurgimiento de los bachaqueros, que venden el combustible en pimpinas a precios exorbitantes en todo el país. A pesar de los esfuerzos de la estatal PDVSA para combatir este fenómeno, los bachaqueros siguen operando de manera ilegal, lo que representa un peligro para la seguridad de los ciudadanos. La economía informal es una realidad en Venezuela, y mientras no se aborde la crisis económica del país, es probable que este tipo de negocios ilegales sigan proliferando.



Informe360.com

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